El Banco Central Europeo (BCE) ha estimado en uno de sus últimos informes que la mitad de los euros que circulan en efectivo podrían ser sustituidos por el euro digital una vez se complete su implementación y lanzamiento.
El paulatino éxito o fracaso del euro digital todavía se sigue estudiando desde el Banco Central Europeo, quien actualmente está en fase de desarrollo de esta nueva divisa digital. El organismo no busca con esta medida eliminar al euro físico, sino ofrecer una «opción adicional para realizar pagos que complementaría a los billetes y a las monedas», según el propio organismo.
A pesar de esto, el informe del BCE estima un efecto colateral de la puesta en marcha de esta nueva moneda, cuyo desarrollo lleva a cabo en colaboración con los bancos nacionales de la eurozona. Se trataría de una disminución de tres de cada diez euros en los depósitos bancarios, tal y como ha adelantado esta mañana La Gaceta de la Iberosfera.
El euro digital se almacenaría en un monedero electrónico creado en los bancos o en intermediarios público, lo que permitiría realizar pagos electrónicos en tiendas con el teléfono o tarjeta, con y sin conexión a Internet. Su impacto todavía se sigue estudiando en la actualidad, pero lo que sí se sabe es que la rentabilidad que pueda ofrecer, los límites al almacenamiento individual y los criterios de acceso serán claves a tener en cuenta.