El Tribunal Supremo ha dictado una sentencia en la que establece que, en los procedimientos por despido, los tribunales deben dar prioridad al derecho del trabajador a impugnar la decisión empresarial frente a formalismos procesales. En concreto, el alto tribunal ha confirmado que la falta de copias de determinados documentos al presentar la demanda no puede suponer el archivo automático del procedimiento.
La resolución, que sienta jurisprudencia, subraya que el principio de tutela judicial efectiva obliga a los jueces a permitir que el litigio siga su curso, siempre que la omisión no cause indefensión a la parte contraria. De este modo, el Supremo flexibiliza el criterio hasta ahora aplicado por algunos órganos judiciales, que habían rechazado demandas por defectos formales en la documentación aportada.
El fallo recuerda que en los litigios por despido está en juego un derecho fundamental de especial relevancia, como es el acceso al trabajo y su continuidad, por lo que los requisitos procesales deben interpretarse de manera proporcionada y garantista.
Con esta sentencia, el Supremo refuerza la doctrina orientada a evitar que trabas meramente burocráticas impidan al trabajador defenderse de un despido presuntamente injusto, equilibrando así las exigencias formales con la protección de los derechos laborales.