El gobernador del Banco de España (BdE), José Luis Escrivá, denunció este martes que el exceso de reglas, normativas y estamentos reguladores que soporta la banca pueden provocar que el sector pierda competitividad y que eso afecte a su capacidad para financiar la economía. Su disposición a ayudar a cambiar esta carga es tal que anunció que reducirá a más de la mitad las exigencias de reporte que tienen las entidades en España para evitar duplicidades y anticipó cinco grandes bloques de reformas que promoverá activamente en Europa. Tanto las medidas nacionales como las que llevará a los foros internacionales tienen por objetivo simplificar la normativa bancaria, según detalló en el VIII Foro Banca: Estrategias para mantener la rentabilidad con los tipos a la baja, celebrado por elEconomista.es en colaboración con Accenture.
«La acumulación de reglas y procesos puede afectar a la competitividad del sector y limitar su capacidad de financiar a la economía», denunció el gobernador. Escrivá cree que «hay margen para simplificar», ya que una parte de los requisitos a nivel nacional «se solapan» con los criterios internacionales. En definitiva, «menos información pero de mejor calidad» lo que se traduce en «más eficiencia supervisora y menos carga para las entidades».
Aunque su visión es transversal, el Banco de España se ha puesto manos a la obra y reducirá en un 34% los datos financieros que exige a las entidades a través de la modificación de la Circular 4/2017 que tienen en marcha y que eliminará siete estados financieros. «Además, creemos que es posible eliminar un 16% adicional», deslizó anticipando que el trabajo no se quedará ahí y que continuará revisando otras «opciones para nuevas reducciones», que representen una carga innecesaria para las entidades. El gobernador abogó, por otro lado, por «reflexionar» sobre el modelo institucional nacional, poniendo de ejemplo que otros países han optado por «estructuras más compactas» que invitan a revisar si la «dispersión» del sistema español.
El organismo no se ha quedado, sin embargo, en medidas domésticas. Con la crisis financiera de 2008, proliferó la creación de múltiples organismo que vigilan y regulan a la banca, y se ha producido un intenso armazón regulatorio con elevados costes para industria.
Escrivá desglosó hasta cinco ámbitos donde considera que hay fallos que suponen un freno a la competitividad, dejando claro que simplificar «no significa desregular ni rebajar la fortaleza del sector». «Al contrario, se trata de construir un marco más simple, estable y predecible, capaz de reforzar la capacidad del sistema bancario para contribuir al crecimiento económico, manteniendo intacta la confianza en su solidez», resumió.
Supervisión
En el ámbito supervisor, Escrivá y su equipo han descubierto que «hay margen para ser más ambiciosos», y así lo expresarán en los foros internacionales. Con ello, van a plantear llevar un enfoque más centrado en el riesgo y no tanto en el capital.
Reiteró que hasta ahora, el enfoque «se ha centrado demasiado en medir cuántas defensas de capital necesita cada entidad. Pero sabemos que no todos los problemas se curan con más capital», por tanto, reclamarán hacer una evolución «hacia un enfoque más orientado al riesgo«, incorporando medidas cualitativas que permitan abordar los problemas de gestión de la entidad, las debilidades en el modelo de negocio o los riegos emergentes.
«Necesitamos una metodología más sencilla, clara y estable que sea realmente útil para anticipar riesgos«, remarcó.
En este mismo campo también habló de «las guías y expectativas supervisoras» que calificó de «excesivos» tanto el número y el grado de detalle que exigen en algunas ocasiones hasta el punto que «pueden llegar a ser contraproducentes«. Por tanto, animará a sus homólogos y demás responsables bancarios que hagan una «revisión crítica» que «preserve la consistencia del marco, pero que mejor la transparencia y aporte mayor claridad y seguridad a las entidades», apuntó.
En el caso de los equipos de supervisión (JST, por sus siglas en inglés), en el Banco de España creen que es necesario «reforzar» su papel para optimizar estos procesos de vigilancia del sector.
Tal y como Escrivá mencionó al inicio de su discurso, la complejidad institucional en el sector bancario es algo que puede hacer de lastre a la hora de que el sector evolucione y sea competitivo. La acumulación de reglas y orientaciones «consume gran cantidad de recursos» tanto a las entidades como a los propios supervisores «sin que ello se traduzca necesariamente en una mejora efectiva de la calidad regulatoria», abundó el gobernador.
La consecuencia de esto son «elevados costes» para las entidades, e incluso puede llegar a «reducir la eficacia supervisora», reiteró. Como ejemplo, puso el análisis «exhaustivo» que hicieron de los mandatos que otorga sobre capital y resolución la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y su propuesta es la de «simplificar más de la mitad» de dichos mandatos pendientes. «En concreto, planeamos reducir alrededor de un 35% de los mandatos del nuevo paquete prudencial y simplificar otro 15%».
Escrivá trasladará a sus homólogos europeos que actualmente la estructura de requerimientos de capital de los bancos es muy compleja, «la propia EBA lo ha señalado: Europa ha ido más allá de lo que exigen otras jurisdicciones», denunció el gobernador. Es por ello que «tenemos margen» para reducir esa complejidad, al mismo tiempo que se puede ganar en predictibilidad y transparencia, sin que eso comprometa al sector bancario.
Para ello propondrá que se cree un colchón de capital microprudencial, es decir, que englobe todos los colchones actuales presentes en el Pilar 2. Y, por otro lado, un colchón macroprudencial en el que estén las huchas de capital contracícilico, es decir, el que se llena en períodos de bonanza para tener reservas ante una crisis, y el sistémico, aquel que tienen que mantener obligatoriamente ciertas entidades por ser especialmente importantes en el sistema financiero.
En lo que respecta a los criterios de resolución, Escrivá está convencido de que «existe margen» para «una simplificación ambiciosa«.
«La principal vía para ello sería sustituir los actuales requerimientos por uno solo, que podría ser un porcentaje fijo del activo total en forma de capital y deuda subordinada y alineado con el acceso al fondo de resolución europeo», explicó.
Proporcionalidad
Otro punto muy relevante que el Banco de España cree que es importante modificar son las obligaciones que se le exigen a las entidades más pequeñas. Escrivá y su equipo proponen que se apliquen criterios de «proporcionalidad», ya que no todas las entidades tienen el mismo tamaño, ni son igualmente complejas o tienen el mismo perfil de riesgo. El hecho de que se le exija lo mismo a todas «puede generar cargas innecesarias que no mejoren la estabilidad del sistema».
Por tanto, proponen que se mantenga la estabilidad al riesgo, pero que se simplifiquen las obligaciones para «ajustarlas a la realidad de estas entidades. En cuanto al capital, cree que el cálculo del riesgo de mercado puede simplificarse en aquellas entidades de menor tamaño, que apenas tiene exposición a estos riesgos. La liquidez también tiene un margen para reducir exigencias en entidades pequeñas y los procesos supervisores también podrían adaptarse al tamaño, denunció.
Información
Por último, Escrivá explicó que los requerimientos de información financiera han crecido un 50% y seguirán aumentando con el tiempo. «A finales de 2024, los bancos tenían que elaborar más de 740 estados, con más de 116.000 puntos de datos por entidad y fecha. Dos tercios de esta información se solicitan con criterios homogéneos a escala europea (FINREP y COREP)», ejemplificó.
Y este conjunto de peticiones supone «un coste elevado» para las entidades. Por ello «procede» revaluar la utilidad de los reportes actuales e «identificar la información que puede eliminarse por duplicidad o por escasa relevancia para la supervisión», dijo.
Escrivá destacó la solidez del sistema bancario español, máxime después de todo lo aprendido en la crisis financiera de 2010. «Contamos con un sector bancario sólido, capaz de seguir financiando la economía incluso en momentos de crisis», pero el paso siguiente, reiteró, es el que construir un sistema financiero que sea «más eficiente y competitivo» sin perder esos niveles de solidez. Para que pueda «acompañar la transformación de la economía europea».
La red social X del Banco de España también recogió en un post parte de la intervención de Escrivá.
Discurso:

