El cambio ya es oficial. El Ministerio de Economía ha aprobado una nueva orden que actualiza las normas de valoración de inmuebles vigentes desde 2003. La medida, publicada en el BOE el pasado jueves 7 de agosto, entrará en vigor el próximo martes 12 y promete transformar de forma significativa el mercado inmobiliario, provocando que el valor de numerosos inmuebles se reduzca.
Con esta normativa, las tasaciones dejarán de centrarse únicamente en factores tradicionales como la ubicación o el estado del inmueble. A partir de ahora, también se evaluarán aspectos como la eficiencia energética, la huella ambiental y los riesgos climáticos de la zona. Esto significa que, por ejemplo, una vivienda bien situada y espaciosa, pero con un elevado consumo energético, uso excesivo de agua o emplazada en un área propensa a tormentas, incendios o inundaciones, podría ver su precio caer de manera notable.
El impacto no se limitará a las compraventas. La norma también introduce cambios para la contratación de seguros de inmuebles: las aseguradoras podrán considerar estos nuevos criterios antes de calcular la prima o aceptar una póliza. Así, si un inmueble se encuentra en una zona con alto riesgo de inundaciones, el coste del seguro podría aumentar.
Por último, la ley establece que en toda tasación de un inmueble ya construido deberá incluirse el Certificado de Eficiencia Energética (CEE). Aunque las sociedades de tasación no estarán obligadas a emitir el certificado, sí deberán incorporarlo al informe si el propietario lo facilita.