El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirma que la economía española registró un crecimiento del 0,6 % en el primer trimestre de 2025 frente al trimestre anterior, frenando ligeramente el ritmo tras una serie de trimestres robustos, pero manteniendo un desempeño sólido en comparación con grandes economías europeas.
En tasa intertrimestral, el PIB avanzó un 0,6 % entre enero y marzo, una décima por debajo del crecimiento del trimestre anterior (0,7 %). Este dato confirma la estimación adelantada en abril, evidenciando una leve desaceleración, aunque España sigue mostrando mayor dinamismo que Alemania (+0,4 %) y Francia (+0,1 %).
El crecimiento interanual también se moderó: el PIB aumentó un 2,8 % en comparación con el primer trimestre de 2024, frente al 3,3 % del trimestre precedente. El impulso provino principalmente de la demanda interna, que aportó cerca de 3,2 puntos, impulsada por el consumo de los hogares (+0,6 % trimestral) y una inversión que creció entre un 0,9 % y un 1,6 %, según distintas fuentes.
Los expertos y las autoridades destacan que, pese a los desafíos globales —como las tensiones comerciales internacionales—, la sólida recuperación del consumo, el avance en inversión y la fortaleza en el empleo han permitido a España mantener un ritmo superior al de otras grandes economías europeas. No obstante, algunos analistas advierten de una posible ralentización en el segundo trimestre, con previsiones situadas en torno al 0,4 % trimestral, en línea con el crecimiento potencial de largo plazo.