El grifo del crédito bancario toma velocidad de crucero con los tipos de interés a la baja. Los siete recortes consecutivos acometidos por el Banco Central Europeo (BCE) en los últimos meses hasta situar el precio del dinero en el 2%, ha reducido la presión sobre los costes de financiación, especialmente, el de las hipotecas. Pedir un préstamo para adquirir una vivienda se ha abaratado y marca su nivel más bajo desde octubre de 2022. Según los últimos datos del Banco de España (BdE), dicha tasa se redujo el pasado junio al 2,68%, siete décimas menos con respecto al año anterior.
En comparativa mensual, no obstante, se detecta un cierto freno en el ritmo de descenso. Laura Martínez, portavoz de iAhorro, explica en declaraciones a ‘La Información Económica’ que el estancamiento del euríbor está detrás de esta moderación. La referencia en el mercado hipotecario se colocó en el 2,1%, ligeramente por encima del 2,079% que marcó a finales de julio. La expectativa de que el organismo con sede en Fráncfort decretaría una pausa en su última reunión -como ha ocurrido- y la incertidumbre en torno a su actuación en la cita del próximo septiembre ante las tensiones arancelarias, explican este comportamiento.
«Los bancos apenas mueven ficha durante los meses de verano, ya que suele ser una etapa floja en contrataciones. Esperan a la vuelta para lanzar ofertas más agresivas», explica tras señalar que suele ser el último trimestre cuando pisan el acelerador con las promociones. La batalla comercial que comenzó a gestar la banca a finales de 2023 ha dado sus frutos con un mercado hipotecario en ebullición. En lo que va de año, las grandes entidades han aplicado algún movimiento a la baja tanto en hipotecas variables, como fijas o mixtas.