La congelación de tipos en Europa amenaza el abaratamiento de las hipotecas

ByRedacción

3 de septiembre de 2025 ,
Anticipar una tendencia es una tarea tan rentable para el que lo consigue como complicada para el que lo intenta. A los economistas se les reprocha su condición de especialistas en predecir el pasado. Esto es, en explicar las razones de lo que ya ocurrió. El presente y el futuro son materiales mucho más escurridizos, y a menudo, parecen llegar de sopetón, como un golpe de realidad cargado de lógica solo cuando se analiza a posteriori.
En el caso del euríbor, el indicador hipotecario al que están referenciadas la mayoría de hipotecas en España, la tendencia de fondo lleva siendo bajista casi dos años —con sus contratiempos—, pero la zozobra empieza a aparecer: las rebajas de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo parecen haber llegado a su fin a corto y medio plazo, o al menos eso descuenta el mercado. Y con ello, la barrera del 2% del euríbor a un año, que parecía próxima a ser derribada, se ha alejado en unas últimas jornadas de subidas, informa Cinco Días.
La sensación es que el euríbor, tras cinco meses sin apenas cambios, se ha instalado en un impasse. Es cierto que el balance de 2025 es todavía favorable —la media de diciembre fue del 2,43%, y la de agosto del 2,11%, tres décimas menos—. Y que las cuotas de las hipotecas continúan bajando con fuerza por la comparativa interanual con las tasas mucho más altas de 2024. Pero con su estabilización aparecen fuerzas que tiran de él en ambos sentidos, al alza y a la baja, en un duelo de resultado incierto.
Las últimas declaraciones de este martes de la alemana Isabel Schnabel, miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo, en las que advierte de que los tiempos de volver a subir tipos pueden estar más cerca de lo que muchos creen, unido al dato de inflación de agosto, por encima del 2% por primera vez desde abril, refuerzan la idea de que Fráncfort no hará más recortes en lo que queda de año. Eso son malas noticias para el euríbor: sin la gasolina de las rebajas del precio del dinero, los hipotecados a tipo variable tienen motivos para pensar que los días de vino y rosas en que veían reducirse la factura en cada revisión de la cuota pueden estar próximos a acabar.
Todo hace indicar que los abaratamientos de las hipotecas variables continuarán como mínimo hasta enero, porque la comparativa con lo sucedido hace 12 meses es muy favorable hasta entonces, pero las perspectivas son menos halagüeñas que hace unas semanas. Y para quienes tengan la revisión cada seis meses, el fin del ahorro llegará antes, este otoño, salvo sorpresa.
El regreso de vacaciones no ha mejorado las cosas para el euríbor, que este martes prolongaba a cuatro las jornadas consecutivas subiendo, situándolo en el 2,16%. Sin embargo, no está todo el pescado vendido. La fortaleza del euro frente al dólar sigue siendo un factor desinflacionista que puede empujar los precios a la baja aún más si, como predicen algunos expertos, el billete verde prosigue su hundimiento, y todavía está por ver si los aranceles impuestos por EE UU provocan un desvío de productos chinos de bajo coste hacia Europa, otra fuerza que resta presión a los precios y que figura en los escenarios que contempla el BCE.
Entre los analistas no todo es pesimismo. Antonio Gallardo, experto económico de la asociación de usuarios financieros Asufin, cree que el trasfondo para el euríbor sigue siendo de ligera bajada en el medio plazo, algo que justifica por la debilidad del crecimiento. “No hay ninguna noticia que lleve a pensar que las economías europeas, especialmente Alemania, repunte y recupere crecimiento, aunque todo empuja a la cautela”, defiende.
De confirmarse el parón del BCE en los recortes de tipos, y su consiguiente impacto en forma de un euríbor algo más elevado, uno de los efectos colaterales puede notarse en el mercado inmobiliario. Los menores intereses que pagan quienes se hipotecan ahora, ya por debajo del 3% de media, está contribuyendo a animar un bum comprador que ha desbordado todas las expectativas en un contexto de encarecimiento de la vivienda, alentado además por una demanda que supera con creces la oferta.

Impacto en la compraventa de vivienda

Según el Instituto Nacional de Estadística, en el primer semestre de 2025 se firmaron un total de 243.257 préstamos para adquirir casas, un 25% más respecto al mismo periodo del año pasado, y la cifra más alta desde 2011, hace 14 años. Ese mayor acceso a la financiación bancaria -gracias al descenso del euríbor- ha contribuido a que se sobrepasen las 700.000 casas vendidas en los últimos 12 meses, lo cual ha disparado los ingresos de las comunidades autónomas en concepto de impuesto de transmisiones patrimoniales.
La evolución del euríbor no es el único factor que interviene en la ecuación. A favor de quienes buscan comprar valiéndose de una hipoteca juega que en el último tramo del año hay bancos que intentan acelerar la firma de préstamos para cuadrar sus objetivos anuales, y para conseguirlo ofrecen mejores condiciones.
A su vez, si las expectativas de los compradores viran hacia un euríbor más alto que implique un crédito más caro, eso podría traducirse en un adelanto de las compras para esquivar un mayor pago de intereses, calentando aún más el mercado inmobiliario. El sector vive un momento de auge pese a sus múltiples desequilibrios, desde la escasez de oferta, al encarecimiento de los materiales, la falta de trabajadores en la construcción, el uso turístico de la vivienda, las adquisiciones por parte de extranjeros de alto poder adquisitivo o el aumento de la población en una España que previsiblemente cerrará 2026 por encima de los 50 millones de habitantes.