En España, la antigüedad media de las viviendas es de 43,5 años, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica. Con la entrada en vigor de las nuevas directrices de eficiencia energética de la Unión Europea, millones de hogares tendrán que adaptarse a partir de 2030. En un plazo de menos de cuatro años y medio, será necesario que las viviendas mejoren su rendimiento energético.
Las viviendas con una calificación energética baja deberán cumplir, como mínimo, con el nivel de eficiencia exigido por la Unión Europea, establecido en la clase E. El objetivo es que, para 2033, la mayoría de los hogares alcancen la clase D.
La normativa se aplicará no solo en España, sino en todos los países miembros que cuenten con viviendas con una calificación energética inferior a la clase E. El objetivo es lograr una tasa anual de renovación del 3%.
En el caso de España, únicamente un 20% de los hogares dispone de una calificación superior a la E. Todas las viviendas clasificadas como F o G deberán ser renovadas. En este grupo se incluyen aquellas que carecen de aislamiento, tienen ventanas antiguas o cuentan con sistemas de refrigeración y calefacción de alto consumo energético.
Las viviendas construidas antes de 1980 suelen disponer de sistemas de climatización antiguos que no cumplen los requisitos actuales. Una climatización ineficiente no solo incrementa el coste energético, sino que también puede provocar problemas de humedad.
Asimismo, no se considerarán aptas aquellas viviendas que carezcan de elementos como toldos, revestimientos o sistemas que reduzcan la necesidad de un uso intensivo del aire acondicionado, lo que incrementa el consumo. Según la OCU, será imprescindible instalar ventanas de doble o triple vidrio con un buen sellado, lo que podría mejorar la eficiencia energética en hasta un 30%. También se recomienda sustituir las calderas de gasóleo, los equipos de aire acondicionado obsoletos y los electrodomésticos antiguos por modelos más eficientes.
¿Qué hacer para mejorar la eficiencia energética de tu vivienda?
A partir de 2030, la normativa sobre eficiencia energética experimentará un cambio significativo. Esto afectará especialmente a quienes quieran vender su vivienda, ya que será obligatorio cumplir con ciertos requisitos para poder realizar la operación.
Entre las mejoras recomendadas se encuentra el cambio de bombillas tradicionales por luces LED, una medida sencilla que reduce considerablemente el consumo eléctrico. También es fundamental mejorar el aislamiento térmico, lo que ayudará a mantener la temperatura interior y a disminuir la necesidad de climatización.
La incorporación de energías renovables, como paneles solares, y la instalación de sistemas de ventilación eficientes son otras medidas clave para optimizar el rendimiento energético del hogar. Del mismo modo, pintar la fachada y el tejado con materiales que reflejen el calor puede contribuir a un mejor comportamiento térmico de la vivienda.
Asimismo, se aconseja actualizar los sistemas de climatización por modelos más eficientes, incluir mecanismos que protejan del ruido exterior y retirar cualquier elemento de amianto que pueda suponer un riesgo para la salud y el medioambiente.