La inteligencia artificial (IA) está transformando todos los ámbitos de la sociedad, y el ámbito notarial no es una excepción.
La IA puede automatizar muchas tareas notariales, como la redacción de documentos, la verificación de datos o la gestión de archivos. Sin embargo, la IA no puede sustituir al notario en su función esencial, que es la de dar fe de los actos y contratos.